LITA

¿Quién es Lita?
Lita es la abreviatura de “Abuelita”, el diminutivo de abuela en español. Pero para mí, Lita es mucho más que eso: es el ejemplo de nuestra familia. La mujer que dio vida a mi padre, a mis tías y a mi tío. La que crió con entrega y amor a una familia de cinco hijos en Arequipa, Perú. La mujer que “bajó la luna” para darles una excelente educación, permitiéndoles emigrar y construir una vida mejor en el extranjero.

Como maestra de primaria, no solo educó a su familia en todos los aspectos de la vida, sino también a cientos de niños y familias peruanas. Les enseñó paciencia, tolerancia, generosidad y respeto. Recibía a todos con los brazos abiertos, porque siempre veía lo mejor en cada persona.

En sus últimos años, fundó el “Club de Amigos” para acompañar a sus seres queridos, porque quería asegurarse de que ninguno de sus amigos envejeciera en soledad. De hecho, una vez al mes, reunía a todo el Club en su casa para compartir momentos de amistad, recuerdos y alegría.

Para su época, ya era una mujer increíblemente independiente, emprendedora y segura de sí misma.

Lamentablemente, tras algunos años de ejercer, aunque amaba profundamente su trabajo como maestra, tuvo que dejarlo debido a una enfermedad repentina. Para compensar la pérdida de ingresos y seguir contribuyendo al presupuesto familiar, demostró una admirable perseverancia, creatividad y espíritu emprendedor.

  • En los años 60, decidió comprar un camión para transportar mercancías desde el interior del país y venderlas en las distintas ciudades donde vivía.
  • En los años 70 y 80, cultivó papas en Ayapata para venderlas en los mercados de Arequipa, y también elaboraba helados que ofrecía en tiendas y calles cercanas a su casa.
  • En los años 90 y principios de los 2000, tuvo la brillante idea de transformar la parte trasera de su casa en estacionamientos que alquilaba mensualmente.

En cada uno de sus emprendimientos, formaba equipos de trabajo, capacitaba con esmero a sus colaboradores y les transmitía valores fundamentales de vida. Su inteligencia inagotable y su espíritu emprendedor siguen siendo un ejemplo y una fuente de inspiración para sus hijos, nietos y todas las personas que tuvieron el privilegio de trabajar con ella.

Para ella, ¡la vida era una celebración!
Su cumpleaños era la gran fiesta del año. Siempre era la primera en bailar y cantar, su sonrisa iluminaba todo el lugar, y su energía positiva contagiaba a todos. Esa es la imagen que permanece en la memoria de casi todos los que la conocieron.

Coqueta como era, solía decir que vestirse con elegancia era una muestra de respeto hacia los demás. Vestirse para verse bella, pero también para sentirse cómoda, siempre fue una regla para ella. Sabía darse tiempo para sí misma, y eso era algo muy importante en su vida. La recuerdo en su habitación, eligiendo su atuendo con mucha atención y cariño.

Decía: “Cada conjunto debe reflejar nuestro verdadero yo. No hay que exagerar, porque si no, escondemos nuestra belleza.”
Y el mejor consejo de estilo que me dio fue: “¡Siempre ponte lo que te hace feliz!”

Mi querida Lita, Munay es un proyecto ambicioso en tu honor, inspirado por la mujer fuerte y fenomenal que fuiste. Fuiste una inspiración para todos los que te conocieron. Gracias por tu vida, que dejó huella en este mundo, y que será recordada por siempre.

Siempre te llevaré en mi corazón, mi querida Lita, y recordaré tu gran casa acogedora en Mariano Melgar, donde cambiaste la vida de tantas personas.

Stella Enriquez

Fundadora de Munay